Trastornos


No es que haya llegado a extrañarte, mucho menos deseo que vuelvas, a decir verdad nunca quise estar a tu lado pero, necesitaba de tu ausencia. Quise perderte de una vez por todas, verte en brazos de alguien más, quise celarte cuando la miraras, llorarte con cada poro, conocía tu rostro, quería ver tu espalda, llenarme de tu vacío.

No, nunca te quise conmigo, quería que grabaras en mí huellas imborrables, ser trastocada, quebrar mi odiosa rutina de encantos y de amores, quería ver desmoronarse mi careta, llenar las horas de ocio con lágrimas de desamores… yo quise que te marcharas.

Se lo que estás pensando, no, no quiero que vuelvas.

V.B

Reflejos


¿Qué soy? El espejo del mundo; frágil, incansable pregonero de la verdad, y de la más incómoda. Causa gracia la cantidad de elogios y reclamos que recibo, si tan solo supieran lo lejos que se encuentran de la verdad, y lo cerca que la han tenido todo el tiempo, pero creo que así es esto.


Aún no lo has comprendido, evitamos ver aquello que no nos gusta, y un buen día despiertas y te das cuenta de que pasan los años y te encuentras viejo o arrogante y me culpas de ello. A la noche descubres que tienes una sonrisa de satisfacción en el rostro y que tus ojos brillan y me lo agradeces... Mañana ¿que dirás de ti?


Ahora estoy frente a ti, mirándote, a través de tus ojos ¿Qué es lo que ves? ¿a Ti, a mi o a ambos?


V.B

Evocación


Nacer, morir, todo es una evocación (el primer aliento y el último suspiro) Antes de existir fui escrita. Toda mi vida puede ser resumida con palabras, todo mi transitar tiene un espacio: el lienzo.

Ese es mi purgatorio, el terreno en el cual se redimen las ideas a través de la palabra que me esclaviza día con día, no la propia ni la ajena, de ella como tal, ese extraño ser que me seduce y me lleva a escribir lo que no entiendo, a confesar lo que no quiero, a pensar lo que no creo.

Solo tengo libertad donde el todo y la nada se confunden, cuando no hay que decir nada porque todo ya se ha dicho.
Escribir no es mi pasión, es mi expiación, el pago por la eternidad que me brinda cada letra, el precio a pagar por el poder creador, es mi destino; he de morir y renacer perpetuamente, deshojándome en palabras, y al final de los tiempos encontraré la totalidad con la cual he de fundirme: el silencio


V.B