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Las palabras hoy me saben en la boca como trozos de madera y de ceniza, me sabe a amor quemado y a pasiones consumidas. Sabe a miradas impacientes, a sangre, a piel a tierra a hojarasca. Crujen entre dientes como llamas, ¿puedes sentir como el fuego nos recorre las entrañas? Tus palabras hoy me saben a deseo, a venas quemadas, a cuerpos consumidos por la angustia, a manos que se queman por las ansias, tus labios en los míos forman leñas que se funden y alimentan la fogata.