Amnéme

Dichoso aquel que poseedor de alguna tierra, encuentra el camino sobre el cual tornar los pasos. Feliz de aquel que mirando al cielo abierto, contempla las estrellas y puede ver en ellas escrito su destino. Dichoso aquel que tiene patria y conserva en el secreto la esperanza adormilada. Feliz aquel que en sus pies aún lleva el polvo desprendido, del hogar que conserva la memoria de su nombre. Dichoso el hombre que en sus ojos ha guardado el reflejo de la imagen de su amada.

Miserable de mí que vivo en el exilio de algún lugar cuyo nombre no recuerdo. Infeliz es mi existencia descreída, ya nada reconozco como propio aunque todo en mi vagar lo he conocido. Miserable de mí que siempre andando con la vista puesta en las alturas he tenido los pies sobre la tierra. Infeliz de mí, pues mi único reposo es morar entre los brazos del olvido; aún cuando intente escapar de las veredas, no podré… todo es camino.

1 comentarios:

Marcelo Valladares dijo...

"Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino." J. Cortázar